Los ocho 'elegidos' fueron enviados a los asientos delanteros del avión, ya que el capitán no estaba conforme con la distribución de peso en la cabina.
Peter Harrison, quien se encontraba a bordo del vuelo de Britannia Airways de Tenerife a Gatwick, comentó que "la azafata dijo que había demasiados pasajeros en el fondo del avión, por lo que necesitaba a ocho gordos sentados en las filas 31 a 42, cerca de la cabina".
Peter, oriundo de Borehamwood, Herts, Gran Bretaña, no se encontraba en esas filas pero dijo haberse sentido algo incómodo ya que pesa 150 kilos.
"Miraba fijamente. Al principio pensé que era gracioso pero debe haber sido bastante humillante para cualquier persona grande que se encontraba sentada en los últimos asientos", comentó Peter.
"Al final, ocho personas se levantaron y se movieron hacia adelante antes de que despegáramos. No debe haber sido agradable para ellos", agregó.
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